Paki’s hair

Los hombres solemos ser costumbrista y fieles a nuestro ámbito de comerciantes. En un área muy restringida y cerca de casa asentamos, desde peques, marcadores imborrables. El mismo bar del cual te quejas de la frescura de la cerveza, tu taller que te estafa con el coche pero te rebaja el i.v.a. de las facturas, el súper de la esquina que es el más caro pero cierra tarde… El barbero.

Soy Francisco Xavier Navarro, nieto del Señor Francisco Navarro (1ero) barbero y practicante. Antaño los barberos solían ser también practicantes ya que poseían instrumentos cortantes que también servían para operar. A ellos les parecía lógico!

La barbería del pueblo era aquel sitio donde se podía hablar de política, ya que en los bares estaba prohibido. Era entonces un vector social muy importante en una sociedad oprimida. Y hoy en día sigue un sitio donde tomas noticias de la gente del pueblo que no ves desde mucho, vas a leer el Super Deportes gratis, y a veces  a que te corten el pelo!

Ahora que he vuelto a France, al igual que sigo comprando en el mismo súper de cuando era un niño, voy al peluquero que me corta el pelo desde que tengo uso de razón. Pero, a veces… muchas veces, al poco tiempo de cortar el pelo me sale un cuernillo! Y no se va! Esta cuando me levanto por las mañanas y no me abandona. Teniendo el pelo ya corto, no voy a por que me claven otros 25 pavos para 2 tijeretazos. Entonces… le engaño con otro. Soy un promiscuo capilar! Voy al pakistaní al lado de casa. 6 euros. La diferencia de presupuesto es casi pornográfica!

El local no es del mismo standing! Tiene más de un garaje que de una barbería. Primero al entrar, te acomodas tu solo ya que nadie te va a proponer un asiento para esperar tu turno, básicamente porque casi nadie habla tu lengua! La gente habla fuerte, a veces grita y a veces te miran, y eso que nos has dicho ni mu. La radio sintoniza ondas que desconocías. Cuando por fin te toca, tienes que ser corto y preciso para que te entiendan: “corto” “al 2” “ok”. Cuando salgo de la tienda, unos 7 minutos más tarde, siento remordimiento. Le he sido infiel a Frederick mi peluquero líbano-gay, más de 30 años de relación por la borda. Pero este adulterio me gusta también porque en este follón de voces, me siento cerca de casa.

Xavi.

Si te gusto, te invito a darle al “Me gusta”, «Seguir»,comentar, o compartir   y ser feliz!

Deja un comentario